Otro misterio refrescante y desenfadado
Cuando empecé a escribir esta historia, ocurrió algo que no puedo explicar: el Club Cotilla tomó el protagonismo por asalto. Ya sabéis como son estas ancianas, están siempre en primera fila y decidieron por su cuenta que no les gustaba estar en un segundo plano. Aquí os dejo el resultado.

A pesar de que nuestras
adorables ancianitas quieren investigar, el inspector de policía no
las quiere a menos de un kilómetro de la comisaría. Pero ellas, tan
ingeniosas y entrañables como siempre, harán todo lo posible por
meterse de cabeza en el caso.
El Club Cotilla
ha abierto una agencia de detectives, se ha puesto a estudiar en la
universidad, y quiere mantenerse a la cabeza del cotilleo local. Todo
esto sin renunciar a su nueva y ajetreada vida social. Con su
peculiar encanto y siempre acompañadas de su perrito gamberro,
explotarán su habilidad tanto para meterse en líos como para salir
de ellos.
Para estas peculiares ancianas, un crimen no se resuelve sólo atrapando al culpable, sino haciéndolo de la forma más extraña posible.
Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo al escribirlo.
Para estas peculiares ancianas, un crimen no se resuelve sólo atrapando al culpable, sino haciéndolo de la forma más extraña posible.
Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo al escribirlo.
Olvidè decir que la receta del lemonccelo estuvo muy buena...se pueden poner una o dos recetas por novela, te parece? Gracias
ResponderEliminarGracias de nuevo.
EliminarY me alegro de que te gustara la receta. A mí también me gusta.
Julia